Por qué el mar Muerto va camino de desaparecer en menos de 50 años

Uno de los puntos más emblemáticos del planeta vive uno de los momentos más complicados de los últimos años: se enfrenta a un grave problema de subsistencia

El mar Muerto es, posiblemente, uno de los puntos más curiosos del planeta. Se trata de un lago endorreico -que no evacúa agua- situado entre Israel, Palestina y Jordania, cuya superficie ocupa cerca de 800 kilómetros cuadrados. Pero, sin duda, su gran virtud es su hipersalinidad, que hace que las personas que se sumergen en sus aguas puedan flotar sin ningún esfuerzo. Ahora, los expertos avisan: si no se toman medidas, podría desaparecer en cuatro décadas.

mar muerto


Desde hace un par de años, el agua del mar Muerto ha bajado drásticamente de nivel. De hecho, los científicos calculan que el nivel del agua desciende casi un metro por año, una situación que podría provocar que, en menos de medio siglo, uno de los puntos más icónicos del planeta haya desaparecido por completo. Después de varias denuncias de grupos medioambientales, los gobiernos han decidido tomar cartas en el asunto para evitar que el problema sea irreparable.
El problema comenzó allá por la década de los sesenta, principalmente después de que Israel relizara una serie de canalizaciones en el río Jordan para abastecer de agua su país. Esta situación provocó que el 98 por ciento de su caudal no fuera a parar al mar Muerto, dando lugar a que su principal fuente de abastecimiento natural dejara de nutrirlo de agua. O, lo que es lo mismo, de 1.300 millones de metros cúbicos de agua que recibía pasó a alcanzar 50 millones.
Pero no es lo único que ha provocado la extrema situación del mar Muerto. La sobreexplotación de minerales es otro de los grandes problemas del lago, pues las propiedades terapéuticas de las piedras preciosas que se encuentran en el lecho, muchas veces utilizadas en cosméticos, han provocado que baje su caudal de manera considerable, tal y como informa 'CNN'. Si, a ello, se le suma el extremo clima de la zona, el resultado es que su nivel baje un metro al año.

Soluciones para evitar su desaparición

En vista del importante descenso de su caudal, Israel y Jordania firmaron el pasado año un acuerdo por valor de 850 millones de dólares, con el que construirían un canal desde el mar Rojo hasta el mar Muerto para estabilizar sus niveles. No será hasta dentro de tres años cuando este sistema de canalización, capaz de bombear 300 millones de metros cúbicos al año, esté construido completamente por lo que, hasta esa fecha, su caudal continuará descendiendo. 
"Lo más importante es rehabilitar el río Jordán y devolverle parte de su caudal, lo que se puede hacer disminuyendo el agua que se deriva simplemente con optimizar su uso. También hay que obligar a las empresas a que limpien lo que han contaminado y exigirles que utilicen métodos de extracción menos dañinos", confiesa Mira Edelstein, portavoz de la ONG EcoPeace, una de las organizaciones más activas en la lucha por la recuperación del mar Muerto.
De hecho, en las últimas fechas se han multiplicado las protestas por el estado del mar Muerto. La última tuvo lugar hace escasos seis días, en la que un total de 25 nadadores cruzaron a nado el lago para quejarse por la degradación que sufre: "El agua sabe tóxica y notas cómo el ácido entra en tus ojos", expresó uno de los competidores al término del prueba. Así se encuentra el mar Muerto, uno de los puntos más emblemáticos de nuestro planeta.

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